viernes, 7 de noviembre de 2008

Por estos días

HOy día 7 de noviembre del 2008, estoy participando en un curso de diseño ecológico, un espacio para aprender unas de las cosas que me apaciona la agricultura, y la sustentabilidad, eso de que podemos sembrar, cosechar y almacenar nustros propios alimentos, bueno, yo le veo un poco complicado, y a la vez fácil, lo importante es empezar a realizarlo, en este curso hicieron enfasis en la palabra permacultura, dicho de otra manera, cultura permanente, es decir tener un espacio permanente, donde se cultive plantas permanentes que te proporcionen alimento, material, y lo que necesites para satisfacer las necesidades primarias, también abarca formas alternativas de tener energía sin contaminar el ambiente, ahorro de agua y recursos naturales solo consumes lo que necesitas y el resto devuelves a la tierra para que ella también se siga alimentando, caso contrario caeríamos en la depredación de los suelos y en su erosión, mi casa debería ser construida de materiales que tengo en el terreno, además es un espacio permanente de formación por lo tanto de aprendizaje vivencial y experimental donde se va desarrollando a traves de la practicidad, otro punto interesante es la vinculación del ser con la tierra, y como nuestros antepasados con el cosmos, con lo divino, con lo espiritual, con el hecho de ser felices con lo que tienes, en total oposición a lo que ocurre en nuestra sociedad occidental de consumo, esto es una flor que esta en constante expanción y crecimiento, ante esto mi asombro y el compromiso con mis hijos, con el planeta de crear un espacio similar por lo pronto es lo que se va adquiriendo y buscando, seleccionando que plantas van a ir en el espacio donde voy ha realizar el proyecto, donde debe ir ubicada la casa, los animales, los huertos, el agua, el altar para estar vinculado con todo y con todos. La lucha y el crecimiento personal, sigue con alegría y esperanza de que otro mundo es posible, mi otro mundo es posible, porque solo asi podremos aportar para que este nuestro mundo sea mas lindo, más alegre, más humano, más simple...

viernes, 25 de julio de 2008

El idioma

Tomado del Artículo circulado para Debateducacion / 21/07/08

Por esas cosas de familia que nunca hacen saber a los niños, llegué a vivir en Tabacundo, actualmente a una hora al norte de Quito; en ese entonces a tres horas en un bus destartalado que salía a las tres de la mañana y en donde todos los pasajeros debíamos apiñarnos con maletas, ponchos, costales de granos y las ráfagas de viento que se descolgaban del nevado Cayambe.
Tenía ocho o nueve años, era el año en que el 'Bombita' derrocó a Velasco Ibarra por lo que en la escuela nos dieron vacación. Estaba en quinto grado y también era la época en que no había jardín de infantes, o pre-escolar, como lo dicen ahora.
El primer día de escuela me sorprendieron con una pregunta: ¿era de la Liga o El Nacional?. Dije 'del Nacional', porque me sonaba más a país. En el recreo siempre los encuentros de futbol eran Liga contra Nacional: no había otra opción.
En el primer partido, del primer recreo, del primer día de escuela, me sorprendieron nuevamente: la mayoría de jugadores se sacaron los zapatos para jugar. Luego supe que era la forma de conservar los zapatos pues no había dinero para comprar otros; pero también supe que a los que no nos sacábamos nos tildaban de �burro con herraduras�.
Como a la semana de empezada las clases, o quizá más, llegó otro niño, llevaba una vieja funda de tela a un costado y un cuaderno. No recuerdo su nombre, pero recuerdo con toda claridad su apellido: Cabascango.
Cabascango llegaba tarde casi siempre, y casi siempre era castigado con un jalón de orejas, con un reglazo en la mano o con un correazo en las nalgas. No lo castigaban por atrasado; lo castigaban por vago, por testarudo, por imbécil; lo castigaban porque siempre se justificaba diciendo: 'es que tuve que ir a dejar a los wagras al potrero'. Eterna disculpa, y eterna maldita palabra por la que debía soportar los latigazos.
Era tan imbécil que no podía decir 'toros', era tan retardado que no podía aprenderse, aunque sea de memoria, una sola frase: 'es que tuve que ir a dejar a los toros', o a las vacas, o a los chivos, o a cualquier mierda de animal que no sean los fastidiosos wagras (o guagras, o huagras; no sé como se escribe).
Cuando tocaba reglazo, Cabascango estiraba su mano firme, no pestañaba, recibía el castigo y no mostraba dolor, luego iba a su asiento y se mantenía callado. De reojo, lo veía como se fregaba la mano para mitigar el dolor que sí existía.
Un día el profesor revisó 'pañuelos'. Todos debíamos llevar un pañuelo limpio, planchadito, impecable. Ese día no lo llevé. Cabascango tenía uno que parecía trapo de fregadero. Reglazo para los dos. Doble reglazo para mí porque, del miedo, retiré la mano al primer intento: entonces supe lo doloroso que era aquello. Desde entonces cada reglazo que recibía Cabascango me recordaba mi propio dolor y me imaginaba que salía a defenderlo, me imaginaba que mordía al profesor, que lo pateaba en los tobillos, que lo ponía zancadillas; esperaba cada vez que el profesor jugaba futbol para caerlo a patadas.
Un día Cabascango no vino a clases. Otra vez los wagras, pensé; pero no vino tampoco al día siguiente, no vino toda la semana. El profesor preguntó si alguien sabía donde vivía. Nadie lo sabía.
Volvió una semana después, demacrado, había burlado a la muerte que le quiso sorprender con una pulmonía.
¿Como estás?, le pregunté en el recreo. Me miró con desconfianza; de lo que recordaba, nadie le había hablado hasta entonces, quizá porque llegaba tarde a la escuela y salía corriendo no más repicaba la campana para la salida a casa.
Desde ese día empezamos a hablar; luego me llevó a su casa. Era una choza con tapiales gruesos y cubierta de paja; muy obscura, con una mesa en el que ponían un mechero para hacer los �deberes�.
En esa choza aprendí que no solo había wagras, sino que eran caris y warmis, aprendí que al 'espanto' se lo cura con flores y huevos, que tenía un shungo que más tarde me harían doler las warmis; aprendí que también yo era un runa y que ango es una familia de 'taita Atahualpa'; aprendí que el ari y el mana no son una oposición, sino un complemento. Aprendí que un papel blanco clavado en el tapial con puntas de penco significaba que en esa choza había pan de venta, y que una bandera roja significaba carne. Aprendí que hay una lengua y una iconografía que ha permanecido en el tiempo pese a los latigazos. Aprendí a decir diosolopay a la tierra, esa rara palabra que nunca supe de donde venía pero que significaba �dios se lo pague�, aunque se trate de un dios ajeno.
Un día Cabascango definitivamente dejó de ir a la escuela, más pudo la necesidad que las letras y el idioma ajeno. Fui a verlo a su choza, me dijo que había que trabajar, que los runas solo habían nacido para eso, que esa era la voluntad de dios.
Desde ese día me quedé huérfano de un idioma, y es la misma sensación que ahora tengo con la decisión trasnochada de los burros con herraduras, seguidores de quien ha hecho de la plurinacionalidad tan solo una moda, de quien apeló a la iconografía y el idioma indígena tan solo para promocionar una imagen vacía.
No sé donde está ahora Cabascango, pero donde quiera que esté, sé que estará hablando su idioma y que no habrá Constitución que pueda negarlo.
Ahora hemos dado un paso atrás, pero la regla y el látigo un día cederán ante las miles de voces diversas.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Una Belleza


Este es mi pueblo, por supuesto, solo consta, la parte, vegetariana es decir los campos, unas vistas panorámicas, sitios del borde del río San Pedro, bueno, es chévere contar todavía con estos espacios, donde no se recurren a parques, o espacios protegidos, aqui y creo que en la mayoría de mi lindo Ecuador existen espacios abiertos, llenos de Naturaleza salvaje, con sus frutos milenarios, hablando de .... coloco imágenes de los frutos que dan en mi Nayón, la chirimoya, unos de los frutos mas completos en nutrientes, es más en la época de nuestros antepasados fue fruto de los grandes líderes reycitos o sea todos los que habitamos este paraiso del mundo, su sabor es muy delicioso, otro fruto que hago constar en este mi espacio es el aguacate con el cual yo crecí comiendo aguacate,con sopa de maiz y harta papa, que delicioso un aguacate con maiz tostado de cucayo por aquellos días en los cuales yo pastaba a los ganados, junto con mis primos, por ciertos tambien incluyo unos de los árboles nativos para mi uno de los más importantes una acacia o arból de espinos cuya madera servía para construir las casas de barro, conjuntamente con el chaguar, que como pueden ver esta en las laderas de la bajada al río Guayllabamba de allí se extrae el chaguarmishque,su uso es muy variado su fibra servía o sirve para elaboración de alpargatas, los zapatos de nuestros antepasados,se confecionaban tejidos, se los teñia y se elaboraban colchas, sacos y costales, con sus raíces se lavaban el pelo y servía de jabón según los relatos de mi madre y mi abuelita. todas estas tareas la hacián al borde de los riachuelos, como en la quebrada de Zámbiza, digo y me vuelo con el poder de la fantasía a aquellos sitios mágicos, verdes........
Alli nos vemos...

lunes, 15 de octubre de 2007

El medio ambiente

Hablando del medio ambiente, a mi muy personalmente, me gustaría, proponer, en el espacio dende yo he vivido, en Nayón, un pueblo que cuando yo nací era campo, es decir todo verde salvo unas cuantas casa, recuerdo cuando solía, pastar animales por las laderas de las quebradas, recorrer espacios donde en ese tiempo encontrabas agua transparente, donde junto a mis primos nos bañabamos lluchiquicos es decir sin nada de ropa, existe todavía estos espacios pero estan tremendamente contaminados, la ciudad de Quito creció y todos usu desperdicios van a parar en estas quebradas, es paradójico, hoy existe un proyecto denominado el rescate de las quebradas, una vez que te lo cagan lo quieren recuperar, cuando la contaminación ha avanzado, es tenaz, por estos tiempos se hizo un tunel gigantesco donde las aguas de Quito, van a ser depositadas la quebrada Jatun huayco, sin importar que en estos espacios también vivimos gente, por un supuesto desarrollo, por tener alcantarillado, mandamos nuestra basura a estos espacios, donde solo allí existen especies veraderamente nuestras plantitas que talvez solo puedan existir en las quebradas de Nayón, yo cuando era niño todavía pude ver un lobo en esta quebrada, era bellisimo, las cosas cambian de acuerdo, hoy estoy mas crecido, con ideas en la cabeza, que quisiera verlas reflejadas, justo hoy en día me llegó un correo de esos que circulan por el mundo, de parques hermosos de Italia, Japón, y no sé que más, pero la idea es hacer que este pueblo llamado Nayón, cuyo sobrenombre es el Jardín de Quito, así quiero que sea con letras grandotas donde venga gente del extranjero o de aqui mismo y se lleven impresiones de nuestro jardín, donde las casas, estén cubiertas de plantas, donde sus calles, no solo presenten cemento, sino también, arboles donde cubrirse del sol o la lluvía, tenemos especies hermosas en este espacio del mundo llamado Ecuador, pero el trabajo es grande, en vez de ir a servir a los españoles, aqui Hay muchas cosas por hacer, con la gran variedad de especies de plantas que poseemos, nos falta darnos cuenta que sí podemos construir, no solo un pueblo mejor sino también contribuir para tener un mundo mejor, porque conforme, hagamos del sitio donde vivimos un espacio más digno, mejor sera nuestro universo.
Mientras me sigo maravillando de la tecnología, y como sacarle provecho, de buena manera, ofresco colocar imágenes para graficar mi sitio que he de ver escogido para vivir.

martes, 9 de octubre de 2007

En un dia frío

No sé si alguien leerá, estas letras, que provienen de un universo , tan individual como uno, con un cosmos de inquietudes e ignorancias, porque en este presiso momento, desconosco lo que estoy realizando escribiendo, para quién no se sabe, de pronto la única esperanza es tener otra persona perdida como yo con la que se pueda establecer algun tipo de comunicación, me siento como un ser minúsculo lanzando ideas al espacio, ¿acaso esto no se asemeja al nivel de poder que tenemos en nuestra mente y en esa capacidad de hacer milagros o de cagarle la vida a alguién? Yo solo quería leer a los poetas muertos e intentar publicar algunos bocetos de poemas, para poder evacuar algunas ideas perversas y dejar salir a borbotones mi torrente de creatividad, digamos una manera de terapia cibernética, futurísta.......
Sí lo que creo que estoy haciendo en estos momentos me va a permitir, dibulgar, compartir, debatir, alcanzar algun nivel de sensibiliad gracias, que exista la web... veamos que ocurre